Impulsar la sostenibilidad en el trabajo a través de pequeños hitos o acciones es una buena manera de contribuir juntos a la Agenda para el Desarrollo Sostenible, una iniciativa universal y necesaria para poner fina a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo.
Desde nuestro ámbito, el de Recursos Humanos, tenemos muchas oportunidades de contribuir a estos objetivos. Es necesaria una importante labor de reeducación que nos permita a todos reaprender maneras de hacer, de vivir y, por supuesto, de trabajar. A continuación, hemos juntado diez ideas prácticas para impulsar la sostenibilidad en el trabajo.
Diversidad, inclusión y equidad, son términos que a menudo se confunden en el lugar de trabajo al usarse juntos, en lugar de por separado, pero son innegablemente importantes. Sin embargo, son tres conceptos diferentes que son fundamentales para la contratación y la retención de talentos. Puede ser difícil entender las diferencias entre diversidad, inclusión y equidad. En este blog – post te ayudamos a comprender estos conceptos:
1. Crea un comité de sostenibilidad
¿Te parece un título demasiado técnico?
Lo que te proponemos en realidad es juntar a un grupo de personas para que debatan y aporten propuestas interesantes para avanzar hacia la sostenibilidad. Unir conocimientos, experiencias y sensibilidades nos ayudará a configurar un mapa de propuestas. De este comité o grupo de trabajo pueden salir muchísimas ideas para conseguir que nuestra empresa sea más sostenible. Al mismo tiempo, estaremos imprimiendo una imagen muy positiva de la organización, en términos de employer branding y Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
2. Reduce el consumo energético
Según los expertos, reducir hasta un 50 % el consumo en una empresa puede ser perfectamente viable. Estamos pensando en un par de apuestas. La primera es la transición de iluminación tradicional a LED y, por supuesto, la compra de equipos informáticos (y de cualquier otra índole) con etiquetas energéticas eficientes. Solo con esto habremos ganado mucho. La segunda opción, que para nosotros es complementaria, es la del autoconsumo, a través de la instalación de placas solares que permitan el suministro de buena parte de la energía que se consume en oficinas y almacenes.
3. Elige cuidadosamente tus proveedores
Otra acción que podéis poner en marcha con cierta celeridad es la elección de nuevos proveedores que también produzcan y distribuyan sus productos y/o servicios con criterios de sostenibilidad. Para saber cómo lo hacen estas empresas, lo más conveniente es informarse e investigar acerca de su funcionamiento. Es importante fijarse en las etiquetas vinculadas a la sostenibilidad, como la Ecolabel, que identifica prácticas sostenibles en toda la UE y en los países de la AELC (Noruega, Islandia, Suiza y Liechtenstein).
4. Apuesta por una política de digitalización consciente
La pandemia ha hecho que la digitalización avance a pasos de gigante. Y aunque todavía queda mucho camino por recorrer, las mejoras han sido significativas. Ahora nos queda seguir avanzando en la digitalización, pero haciéndolo de manera consciente y apostando por herramientas que de verdad nos ayuden a agilizar procesos, reducir consumo y, por supuesto, aumentar productividad.
5. Aplica una buena gestión de los residuos
¿Sabes a dónde va cada residuo? ¿Qué estamos haciendo con los consumibles y todos aquellos objetos o artículos que no pueden depositarse en los contenedores corrientes? Es muy importante que el comité de sostenibilidad vele por conocer cómo se lleva a cabo la gestión de los residuos. Si tenemos una empresa contratada, podemos informarnos con ellos para descubrir sus procesos y verificar que se está haciendo un buen trabajo en este sentido.
6. Desarrolla un plan de teletrabajo y modelos híbridos
El teletrabajo ha llegado para quedarse y los modelos híbridos también. La pandemia ha hecho que exista una Ley del Teletrabajo y que las empresas deban adaptarse a través de planes oficiales. El teletrabajo nos permite ahorrar muchísimo en consumo dentro de las oficinas, pero también fuera, gracias a la reducción del transporte, ya sea público o privado.
7. Promociona la educación ambiental
Puedes hacerlo a través de iniciativas internas o saliendo a la calle, para explicar cómo estáis consiguiendo hacer de la sostenibilidad vuestra seña de identidad. Una buena manera de contribuir a la educación ambiental es organizando eventos y jornadas de trabajo. Una idea estupenda sería acudir a la playa con las familias de los empleados, para disfrutar de una jornada de convivencia eliminando residuos (que los hay y muchos).
8. Compra productos locales y de proximidad
¿Tenéis productores cerca? ¿Qué tal si en lugar de instalar una máquina de vending con comida ultraprocesada colocas una cesta con fruta fresca lista para comer? Esto puede aplicarse a cualquier otra compra que debáis realizar: libros, bebidas, mobiliario… Apuesta por la adquisición de productos en vuestro barrio. ¡Así todo el mundo gana!
9. Reduce el uso de papel a la mínima expresión
La digitalización ha contribuido en gran medida a ello, pero todavía podemos reducir más el uso de papel en la oficina. Lo más recomendable es apostar, siempre que sea posible, por el envío de documentación en formato digital y a través de correo electrónico o las plataformas de transferencia de archivos que tengáis contratadas. Veréis que con poco esfuerzo, el gasto de papel puede reducirse al mínimo.
10. Crea espacios de reciclaje y contribuye a la reeducación
Haz del reciclaje un gesto cotidiano. Habilita espacios para reciclar y explícalo a todo el mundo, para que sepan cómo reciclar cualquier residuo y sepan que hay lugares para hacerlo. Contribuye a la reeducación a través de pequeñas acciones y recordatorios: es lo más efectivo. Regala una taza a tu equipo para que se sirvan el café y dejen de utilizar vasos y más vasos de plástico. Es solo un ejemplo: las posibilidades son infinitas.